El colegio Teresiano de Envigado tiene otra aula en el barrio Llanaditas

01.11.2008 12:15

El colegio Teresiano de Envigado, a través de su Movimiento Teresiano de Apostolado (MTA), hace siete años apoya a los habitantes más vulnerables del barrio Llanaditas, en el sector de Golondrinas, Comuna 8 en la zona centro-oriental de Medellín.

En el 2001, la madre Claudia Vélez, rectora del colegio Teresiano, y el padre Ramón Garay compraron una casa en Golondrinas. Desde entonces, en el primer piso funciona el comedor para 300 niños.

Mónica López Gómez, profesora del Colegio Teresiano, cuenta que “los niños se alimentan diariamente, se les da el almuerzo completo balanceado. Ellos pagan 500 pesos semanales si los tienen y a los otros la compañía del MTA les ayuda”.

Dentro de la institución hay una papelería donde venden uniformes, libros y en reuniones especiales comida. Con el producido de las ventas se subsidia el comedor todo el año.

En el segundo piso de la casa de Golondrinas está La Sabatina, que funciona entre la una y las cinco de la tarde, para personas de 14 a 72 años, aquí las estudiantes hacen su alfabetización.

Stefany Arenas, estudiante de décimo en el Teresiano, cuenta que “desde que estaba en quinto de primaria iba al barrio Golondrinas a jugar con los niños y a darles de comer. Ahora estoy alfabetizando y tengo la oportunidad de compartir todos los conocimientos que tengo con gente de escasos recursos”.

Los profesores de bachillerato acompañan el proceso y la Secretaria de Educación les da el certificado.

Otros servicios que brinda el MTA son el ropero comunitario y la biblioteca, el primero se abre todos los sábados, las familias del colegio donan la ropa. Mónica López dice que “las cosas se venden desde cien pesos hasta dos mil, todo no tiene que ser regalado porque entonces pierde el valor. La experiencia es muy bonita cuando se abre, pues parece una feria: hay mamás que llegan con 20 mil pesos y surten a toda la familia”.

Igual que todos los años a los niños del barrio se les celebra la navidad, esta vez las familias del colegio de preescolar y de primaria donarán cuatro mil pesos por cada estudiante para arreglarle la casa a un miembro de la comunidad, que es viudo, tiene una hija y se gana la vida reciclando.

Por su parte las niñas de bachillerato se volverán las madrinas de los niños del barrio, que cada año escriben su carta al niño Dios pidiéndole un regalo, ellas leen las cartas y les conceden su deseo de navidad al comprarles los regalos que ellos quieren recibir.

 

Barrio Llanaditas.doc (24,5 kB)

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